Cómo tratar a una mujer
De todo lo creado, la obra maestra de Dios es la mujer.
Si queremos conservar una obra maestra, debemos respetar ciertas normas que permitan que las atesoremos en la mejor forma.
Hay algo que debemos admitir y aceptar como una regla prácticamente sin excepción: la mujer es altamente competitiva con las otras mujeres y de un celo tremendo por esa causa. La mujer no se arregla para el hombre sino para ella misma y para las otras mujeres. Le gusta verse bien.
Otro axioma de la mujer es que es altamente sensitiva. Ante una actitud que uno podría considerar normal, ella puede reaccionar con un resentimiento extremo… Y mientras más engreída, peor.