Es muy buena la preocupación por la salud y la educación. Es más, es un imperativo mejorar la atención de la salud y la calidad de la enseñanza. Además, el acceso libre a la educación y la atención médica gratuita son y deben ser, una obligación del Estado.
El uso de este derecho por parte de todos los ciudadanos de un país, es un anhelo que debe ser convertido en realidad. Lo malo, es la utopía de pretender hacerlo sin contar con la infraestructura necesaria para lograrlo. Otro punto en contra, es el no definir las reglas con las que se hará realidad ese avance a una sociedad mejor, más equitativa y solidaria.
Es absurdo, por ejemplo, pretender que el Estado de becas a gente vaga, que no se preocupa por aprender y que pretende que se lo pase de año, o continuar indefinidamente en la Universidad para cumplir consignas políticas o peor, delincuenciales. La escuela y el colegio deben ser obligatorios, la Universidad debe tener la obligatoriedad de estudiar. El estudiante que no pasa de año, debe pagarse sus estudios, pues si no hace el esfuerzo por aprender, será un mal profesional y hará daño en vez de bien, a la sociedad.