La hombría
El concepto de hombría ha sido absurdamente tergiversado por el hombre. Se considera sinónimo de adrenalina, de potencia, de machismo, y en realidad no hay nada más alejado de ello. “No eres hombre si no te tomas este trago.”, “No eres hombre si no te levantas a esa chica.”, “No eres hombre si no haces esto.“, son algunas de las estupideces con las que pretendemos que un amigo cometa tal o cual acto reñido con la moral o con la lógica. Sólo el tonto que no tiene criterio propio y necesita de la aprobación de los demás para sentirse hombre, puede caer en esa trampa para idiotas.
El hecho de beberse una botella de alcohol, de correr un riesgo innecesario, de matar o violar, no demuestra que uno sea más hombre que otro. Es más, en realidad lo que demuestra es que es más estúpido de lo que parece, pues creer que su hombría se mide por el riesgo, o por determinado acto, lo único que demuestra es que aún no alcanza la madurez suficiente para pensar.