Complicidad y amistad
La amistad, como muy bien lo describe Cicerón, “no puede existir más que entre personas de bien… los que se comportan y viven de tal manera que se aprueba su fidelidad, su integridad, su ecuanimidad, su liberalidad; que no se ve en ellos ninguna ambición, ni capricho, ni audacia…”. La amistad verdadera está descrita adecuadamente en el diccionario de la Real Academia Española: “el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”, pero hay algo más, que tiene que tender al bien, a la honestidad. La amistad que tiende al mal, la asociación para delinquir, la unión para realizar actos reñidos con la ley, tiene otro nombre: Complicidad.
El Diccionario de la RAE describe la Complicidad como cualidad de cómplice, y cómplice en su primera acepción, como participante o asociado en crimen o culpa imputable a dos o más personas.