De joven se propuso ser Presidente del Ecuador y lo logró. Ha querido pasar a la historia como un Presidente de cambios importantes para el país y lo está logrando. Con la excepción de Nebot, ha aplastado a cuanto político ha tenido por delante y ha silenciado a grupos de poder como la prensa, dirigentes estudiantiles, sindicalistas, indigenistas, cámaras de producción, gremios, universidades. No ha vencido ni a la delincuencia ni a la falta de producción, lo cual es terrible; aunque el único enemigo que él reconoce no haber podido destruir es a la desidia e ineficacia de la burocracia, pero esto no le quita al sueño, ni a él ni a las masas, pues todavía no está difundido entre las masas lo que esa burocracia significa y nos cuesta.
Mi propuesta en esta entrega es analizar e interpretar ciertos hechos que en su conjunto indicarían que Correa ha entrado en una crisis importante del gobierno, un punto de quiebre cuyo significado y origen vale la pena escudriñar.