No he escrito desde hace algún tiempo en esta trinchera, porque al tratar de hacerlo, simplemente no he podido elegir un tema, son tantos, de tanta importancia y se han sucedido tan precipitadamente que, créanlo o no, me he sentido abrumado ante su número y decepcionado ante su magnitud y me ha provocado una especie de parálisis anímica, porque sentí por un momento, inútiles los esfuerzos de todos aquellos que escribimos aquí y en otros foros en contra de los abusos y desenfrenos del gobierno de la revolución ciudadana.
Sin embargo, superado el lapsus, me puse a pensar y a escribir nuevamente, sobre lo que nos ha tocado vivir los últimos 28 años de aparente democracia.
Desde que los ecuatorianos, tras un largo período de gobiernos dictatoriales, celebramos con esperanza la apertura al sistema democrático en 1979, hemos sido testigos del desarrollo de un proceso lento e imperfecto, lleno de vicios y errores que se han repetido constantemente hasta estos días…