
¡Afuera las tripas!
Está claro, ¡existimos!, aunque a veces la vida parece un sueño, y otras veces una pesadilla. Lo real es que estamos aquí. Vivimos lo que nos toca, nos guste o no nos […]
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Se habla del cuidado de los sentidos y también de las cuatro formas de caer en la incoherencia, pensamiento, palabra, obra y omisión. En realidad las cuatro son partes de una sola […]
El médico inglés, Edward Bach, al igual que Paracelso o Hahnemann, afirmó que si los aspectos mental y espiritual se encuentran en armonía, la enfermedad no existe. Dijo además que se puede […]
Los días pasan y se siente algo diferente cada día, a veces dolor, a veces miedo, a veces rabia, ¿resignación? “No te resignes, ¡quiéreme! De nada vale ganar al mundo si has […]
Una de las actitudes más chocantes en la vida, es la falta de profesionalismo, al menos que éste radique en decir mentiras, verdades a medias o en el desprestigio encubierto. Lo que se traduciría a que no son amigos sino enemigos, y debemos estar mucho más atentos a lo que dicen informar.
Jesucristo condenó la hipocresía, la falsedad, la falta de honestidad.
No les importa, inclusive afectar la imagen del Papa, sobre quien dicen informar, persuadiendo con falta de veracidad.
Voy al punto, se trata de una noticia publicada hace pocos días, titulada así:
No temas a la muerte, es inevitable. A lo inevitable no hay que temerle, solo hay que tomar conciencia, saber de qué se trata y prepararse.
Lo inevitable es como respirar.
Pero, piensas en tus hijos, si son pequeños piensas más, en tu empresa, en tu familia, en los sueños que aún no has hecho realidad.
No te aferres a nada. Es bueno sentir y tener dentro de ese sentir, el sentido de la responsabilidad y la ilusión, y el objetivo de la vida… Pero, ¿dedicar tu vida a construir aquello que un día se va a derrumbar?, no tiene sentido. La vida hay que vivirla, ¿y cómo?, aprovechando lo que tienes a la mano, y visualizando, sin angustia, lo que quisieras tener y aún no llega a ti o tu a eso.
“En su primera Navidad, por lo demasiado tiernita, no pudo gozar de la alegría de estas fiestas y nadie le prestó mayor atención”
Frase que consta en el libro “Recuerdo del natalicio”, lo escribió mi mami cuando yo nací. Me lo entregó hace unos meses y al leer lo que dice sobre mi primera Navidad encontré la explicación del sentimiento dual que me inunda cuando el aire del mundo se impregna con el aroma navideño, las vitrinas, las calles, las casas y la gente lucen como luce todo en Navidad, rojo, verde y dorado.
En este artículo voy a ser honesta conmigo y también con los lectores, y voy a intentar explicarme y explicarles el porqué de lo que yo entiendo como una estupidez más de un mundo materialista, una falsedad más de una sociedad hipócrita, un sinsentido del sentido de la espiritualidad; a la vez, quiero entender la nostalgia de esta época, la calidez del ambiente y la añoranza del amor…
El padre Luis Martínez de Velasco, fue un sacerdote español, que llegó al Ecuador en el año 1968, primer rector de la Iglesia rectoral, San Josemaría, en la vía a Samborondón; escritor fecundo y colaborador de diario El Universo, con la columna “Dios y yo”, su último artículo a propósito de la festividad de Cristo Rey, lo empezó a escribir un día antes de su partida al Padre, fue publicado hasta el sexto párrafo, hasta donde lo dejó. Sugería revisar la caridad en cada uno, de acuerdo a lo que exhorta el Papa Francisco en Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio), para no caer lo que se puede llamar, “caridad a la carta, una serie de acciones tendientes solo para tranquilizar la propia conciencia…”
Cuando recibí la noticia de la muerte del Padre Martínez de Velasco un dolor profundo e intenso envolvió mi alma e hizo aquietar mi corazón, sentí algo que podemos llamar “orfandad espiritual”…el padre Martínez tenía en mi, y pienso que en muchos, esa etiqueta de permanencia que nos llevó a creer ingenuamente, que nunca se iría de nuestro lado.
Ser consciente de la respiración, de las posturas y estiramientos que se practican durante la práctica conocida como Hatta yoga beneficia el cuerpo, y también la mente. Si al ejercicio físico sigue la otra parte del yoga que es la meditación, el resultado será óptimo. Al meditar se aquietan los sentidos, se entra en contacto con Dios y se va sanando el alma. Lo que convierte al yoga en una forma completa de ejercitarse cada día.
El yoga se presenta como una buena alternativa para el tratamiento de afecciones emocionales y psicológicas. Con sus diversas prácticas físicas, espirituales y meditativas, aporta beneficios para el bienestar integral, ya que trabaja en todos los planos.
Solemos decir o al menos hemos escuchado decir: “el hábito no hace al monje”; tal afirmación se deriva del tipo específico de traje que usan algunas comunidades religiosas. Tal traje es una demostración externa, dice que esa persona pertenece a alguna comunidad, pero, poco puede decir que como es esa persona en realidad, respecto a sus obras, pensamientos, palabras y omisiones.
Al decir “el hábito no hace al monje”, también podemos entender de que por mucho que se realice una práctica determinada eso no es garantía de que lo que se está haciendo sea lo correcto. Simplemente es un hábito, que puede incluso ser completamente errado o perjudicial.
Traigo a consideración el tema, más que para profundizar en el comportamiento moral de las personas, para reflexionar acerca de la acertada acción profesional en diferentes campos. Sobre todo porque parece querer entrar en boga la corriente de que no es necesario ser profesional en algo para saber realizar bien dicha actividad.