Sólo grita mi nombre
Existe, en mi memoria y en grabaciones y discos en muchos lugares del mundo real y del mundo cibernético, una bella canción de Carole King. La canción fue interpretada también, en solo y junto a Carole, por el ultra recordado James Taylor. Otras versiones, Celine Dion, Gloria Estefan, Shania Twain; y todas las versiones imaginables. Es una canción que lejos de ser una simple melodía, es un auténtico poema a al amor. Al amor puro y honesto que existe cuando dos personas son realmente amigas. Esa amistad que lejos de confundirse con días de fiesta o noches de farra, es el símil de días difíciles o noches de soledad. La amistad que nos sostiene en nuestros momentos oscuros e impide que tropecemos o, si tropezamos nos impide caer, o si caemos, simplemente, nos levanta.