¡Deja que ladren!
Hablando de ser susceptibles, pienso que eso no nos lleva a nada. Al realizar una propuesta pública siempre habrá quien se manifieste en contra. Unas veces con claros motivos. Motivos que nacen del bien o del mal, pero motivos claros. Otras veces refutarán sin sentido de nada. Ese es el precio de dirigirse a los demás con cualquier tipo de propuesta. Recordemos que entre “los demás” hay quienes viven en un permanente “sin sentido”.
Si de opinión pública se trata: ¿qué mejor que los demás opinen? Nada mejor. Mejor imposible. Que digan lo que quieran pero que digan. El hecho de que escriban para ti y que comenten es mucho, es fantástico. Con una buena dosis de creatividad, de ganas de “fregar la vida” y además de hacerlo en serio, puedes valerte de esas opiniones, de esas, las menos racionales, para hacer surgir un buen artículo.