México, Crimen e Impunidad
Con los 43 estudiantes de la localidad de Iguala del estado de Guerrero, desaparecidos por obra y gracia de una estructura organizada del crimen, amén de los muertos de ese mismo 27 de septiembre, con promoción y apoyo de los altos niveles de la política gubernamental mexicana, el verdadero rostro de México está otra vez al descubierto. No, este suceso no es algo inesperado. Algo ocurrido sin saber porqué. Algo que jamás podría imaginarse que sucedería… Este suceso es, únicamente, uno más de una interminable cadena de asesinatos, raptos, estupros, desapariciones… Es un suceso de todos los días que, por suerte o turno, sucede en una u otra comunidad de México. Pero que por un lado, está protegido cada acto criminal por el miedo convertido en carne y sangre de la población civil y por otro, encubierto por la administración gubernamental de turno. El soporte de la operatividad de delito tan macabro está manejado y vigilado por fuerzas armadas (federales, estatales, municipales y paramilitares) guardianas de la VIOLACIÓN, FRANCA Y AUTORITARIA, de los derechos humanos y sociales en cada rincón de México. Ahora, claro está, se ha destapado la cloaca con este abominable crimen de lesa humanidad, contra los jóvenes normalistas de Iguala. Y, al destaparse, han aparecido, literalmente, fosas comunes que muestran viejas incineraciones…