Venezuela… Otro golpe de estado más
En algún comentario anterior dijimos, con mucha claridad, que la autoproclamación de Nicolás
Maduro, como presidente encargado de Venezuela, no era sino una toma aventurera del poder,
mediante un golpe de estado. Ni siquiera estaba nombrado vicepresidente por el candidato que
ganando, mañosamente, las elecciones no llegó a posesionarse. La administración anterior de
Chávez había fenecido y la siguiente nunca alcanzó a iniciarse. Todo lo que, posteriormente, hizo
la camarilla oficialista, para avalar su triunfo gubernamental, no pasó de artimañas jurídicas
para legitimar lo ilegal. Desgraciadamente, los gobernantes de ciertos países no protestaron por
este hacer antidemocrático. Suscribieron, mas bien, con su presencia, no las elecciones a favor
de Chávez, que ya estaba muerto, sino el golpe de estado de Maduro… Y con este golpe de estado
comenzó a fortalecerse el golpe en el golpe. Había llegado ya el momento del segundo golpe
de Maduro…
El caballo chúcaro de ayer, ahora cedía el paso a un animal desbocado. Sin riendas. Fuera
de todo freno. Las palabras de Diosdado Cabello como presidente del Congreso, luego de las
últimas elecciones presidenciales, dichas en el pleno y dirigidas a la legislación opositora,
son terminantes. <<Quien nos contenía, en nuestra lucha contra la burguesía y la derecha,
ya no está… Ahora nosotros decidimos… Si alguien quiere la palabra en este Congreso
primero tiene que reconocer el triunfo del presidente Maduro. Caso contrario no tiene aquí
ningún derecho… Pueden largarse de aquí!>> ¿Democracia socialista? ¿Sociedad alternativa?
¿Solidaridad participativa? Bromas para otra ocasión… Pronto, desde el centralismo autoritario
del poder gubernamental, se ofrecerá a la llamada oposición, la gracia de la protección oficial!
Simplemente, está en juego, el estilo siciliano del poder por el poder…