24 noviembre, 2024

¿Un Óscar para la CIA?

«A mí no me gusta sugerir algo, dar una recomendación a mi audiencia. Eso es lo que hoy en
día el cine de Hollywood hace, guiar al público hacia donde ellos quieren. Lo que yo pretendo es
que el público mire la pantalla sin que yo le indique nada»

Abbas Kiarostami.

Difícilmente puede decirse que el cine de Hollywood vive, ahora, una etapa
floreciente. La película seria, de opinión, de criterio ya no es más el objetivo de
los actuales largometrajes. Hoy, tratando de pasar por realistas y hasta verdaderos,
como si el filme algún día dejará de ser ficción, directores, productores y actores
están dispuestos a la manipulación descarada del morbo en lo sexual, lo delictivo,
lo sentimentaloide. ¿Para qué? Mediocridad e ingresos… La actriz debe mostrar
lo más desnudo del pellejo en la mayor intimidad que pueda, y el estelar masculino
evidenciar, con palabras de grueso calibre, el verdadero género de su sexualidad. ¿Están
destruyendo el arte cinematográfico a patadas, promiscuidad, balazos y enfrentamientos
en peleas voladoras…?

No más caudillos para Latinoamérica

El Estado es la coacción legítima y específica. Es la fuerza bruta legitimada
como “última ratio”, que mantiene el monopolio de la violencia.

Max Weber

Aunque Latinoamérica tiene un potencial incalculable para gobernar con estadistas,
la mayoría de sus mandatarios no han pasado de simples mediocridades y, en buen
porcentaje, alineados en el caudillismo… Caudillismo que ha proyectado su presencia
en simbiosis política con el propio Estado. Nadie, por ningún motivo, está sobre el
caudillo. Es el caudillo que está, por cualquier motivo, sobre todos. El Estado, incluso,
tenido, a la usanza liberal, como protector de la sociedad pasa a ser, por decisión y
funcionamiento estructural del caudillismo, protegido del caudillo. ¿Es que cómo ser
caudillo si no promociona para sí la doble significación de individuo y proyecto social?

Gobiernos de aventureros y mentirosos

Cayó el telón… Abajo las caretas… La farsa está al descubierto! Hace pocos días
dijimos, en uno de nuestros comentarios, con mucha especificidad, “Sí, Golpe de
Estado en Venezuela…”. Estaba claro que los grupillos de reparto y alcahuetería
gubernamental, hacían tiempo para realizar un arreglo estratégico de poder. Poder
político… Poder económico… Poder social… ¡Es que en Venezuela la torta es
grande…! El señor Maduro, de espaldas al pueblo, viene autonombrándose el
heredero preferido de la silla presidencial. Y el presidente del Congreso, Diosdado
Cabello, no tuvo más que hacer la vista gorda ante las presiones de la acción politiquera
dirigida desde La Habana.

También aclaramos que “Las declaraciones de Luisa Estella Morales, presidenta del
Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de que la ausencia de Chávez en el gobierno
no entrañaba “ninguna duda constitucional que resolver”, es una burda concesión a
favor de un oficialismo en el camino de la aventura política…”. Hoy está por demás
destacado que todo fue patrañas y mentiras… Que el mal llamado gobierno venezolano,
con Chávez o sin Chávez, tiene armado una triquiñuela sin sustento válido para,
abusando del manejo burocrático, jugar con el bienestar y felicidad populares!. ¿Dónde
el respeto al pueblo, por el que tanto gargareo político hicieron cada día, durante los 14
años de manipulación de Chávez ?

¿Golpe de estado en Venezuela?

“… que el reloj de la torre no diera las doce a las doce sino a las dos para que la vida pareciera
más larga, se cumplía, sin un instante de vacilación…Gobernaba como si se supiera predestinado a
no morirse jamás…”

El otoño del patriarca, Gabriel García Márquez.

Después de su fracasado golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez, en 1992 y su
triunfo presidencial en elecciones libres 6 años más tarde, Hugo Chávez Frías define
su posición política al solicitar, por referéndum, cambiar la Constitución política de
1961. Inicios del poder dictatorial! Poco a poco, la unidad centralizada de mando irá
tomando cuerpo, en busca de la concentración de todas las instancias burocráticas
estatales. Toda autocracia dictatorial promueve su hacer político desde y con una
jurisprudencia de acuerdo a la costura de sus antojos. Caprichos… Extravagancias…
¿Qué autoritarismo no grita que es imposible gobernar con la Constitución por la cual
ha triunfado y que ahora, en la silla presidencial, resulta una camisa de fuerza que no le
permite realizar su administración, la única posible?

¡Esto no es socialismo!

Los ismos socialistas tienen muchos colores… Con distintas posiciones cada líder
pretende ser el abanderado designado… Es una lucha vieja. Enmohecida. Hasta podría
decirse prostituida por tantos y tantos que, en su nombre, han promovido barbaridades
inútiles y dramas sociales indeseables… Desde las utopías sociales hasta las violencias
fascistas… Caminar por la ruta de las esperanzas ha significado, en general, terminar
tocando las puertas del infierno! ¿Qué, en sí, en el vivir de una comunidad de humanos,
no es socialismo? Esto no es socialismo:

  1. Maquinar elecciones, mediante el clientelismo, del toma y daca político, en el
    contexto de la oferta de redención de la miseria social…
  2. Entregar el poder político del Estado entre familiares a modo de herencia…
  3. La permanencia gubernamental sin alternabilidad política participativa…
  4. La eternización en el gobierno so pretexto de la necesidad de un liderazgo…
  5. Las colas de racionamiento alimentario a través de los cupos familiares…
  6. La educación con direccionalidad ideológica para aprisionar el pensamiento…
  7. La ausencia de control de la salud femenina, pre y post embarazo…
  8. La obligación ciudadana de asumir la ideología política estatal, como propia…
  9. El vivir bajo presión social de un espionaje estatal contínuo…
  10. No poder disentir del poder político central, ni en ideas ni en acciones…
  11. Negar el derecho individual por imposición de un autoritarismo partidista…
  12. La burocratización institucional para pagar réditos políticos clientelares…
  13. No organizar la fuerza laboral productiva pese al aumento diario de la miseria…
  14. Llenar los puestos de trabajo estatales con familiares y amigos de reparto…
  15. Mantener la impunidad oficial frente al robo y crimen organizados…
  16. Manipular la justicia desde el gobierno autoritario, a favor de intereses del poder…
  17. Las fuerzas militares destinadas como guardianas del régimen autócrata…
  18. Las libertades condenadas a la manipulación del autoritarismo estatal…
  19. La veneración iconográfica (afiches y monumentos en instituciones y plazas) a los
    representantes del poder…
  20. La inseguridad social en ausencia de un pluralismo socio cultural aceptado pero no
    practicado.

De la Hominización a la Humanización…

Para que del proceso de hominización pueda revelarse la especie homo pasaron, al
parecer, muchos, muchos años… Aunque para los sabios que apuestan, científicamente,
a su reflexión numerológica, estos años suman mucho más que unos cuantos miles.
¿Cientos de miles? Hay quienes hablan de algunos millones. Los más conservadores
registran, con la certeza típica del conocimiento oficial, entre 2 a 3 millones el tiempo
suficiente y necesario para que el antecesor del humano, erguido en sus dos pies, pueda
gesticular, libre y hábilmente, sus dos manos… Pero en lo que toca al mundo actual, en la
línea genética sapiens, apenas cuentan, para los paleontólogos, 40.000 años… Discutible
o no esta explicación casi mágica del saber, para los historiólogos, de semejante parcela
temporal, apenas, quizás, menos del 50% tiene que ver con el existir del escenario
de las sociedades semejantes a las que hoy están en vigencia. ¿Puede comprenderse,
entonces, en este punto, en un contexto general de cambios y transformaciones, que al
concluir el acto de ponerse de pie, lograr un aumento cerebral significativo, conseguir
alimentarse y protegerse mediante organización grupal, la hominización daba paso, con
mucha definición, a la vivencia de la actual humanidad?

Un S.O.S. de la basura política

Todo tirano tiene siempre sus días de poder contados. Tarde o temprano la justicia formal
o la del pueblo, que ha sufrido sus insanas presiones, le piden y exigen cuentas. Muy
pocos quedan tras las rejas cuando caen. La mayoría pierden la vida a manos de la ira
callejera o de la traición siempre a la espera… Al parecer Bashar Al Assad, el heredero
de la tiranía siria sabe ya que está solo. Los miles y miles de muertos ordenados y
permitidos por la soberbia de su incapacidad gubernamental gritan por ser escuchados
en su inocencia. La información del periódico israelí Haaretz, sobre el asunto, da una
clarinada. Eso de enviar a sus amigos del festín a solicitar asilo, habla del cosquilleo de
la piel al sentir acercarse el fin de su sangriento mandato. ¿Quién podría darle asilo,
sin embargo, a un individuo que ha cometido crímenes de lesa humanidad?

El reconocimiento de Palestina en Naciones Unidas

Sólo la necedad, la ausencia de sentido histórico y el exacerbado dominio del poder no ha
permitido, hasta ahora, que el pueblo palestino formalice su hábitat socio jurídico como
Estado. Después de la aceptación en la UNESCO como miembro de pleno derecho ,
tal cual ocurrió hace un año atrás, el reconocimiento de Naciones Unidas, en este mes
de noviembre de 2012, de Palestina como Estado observador es, definitivamente, el
paso decisivo para entrar en un futuro de progreso y paz. A mi entender para ambas
sociedades, israelíes y palestinos. No puede seguirse insistiendo en mantener la injusticia
cometida contra Palestina, después de la segunda guerra mundial. Hay que recordar que,
so pretexto de dar hogar a los sobrevivientes del holocausto judío, quedó desmembrada la
tierra palestina, y su pueblo expatriado de su hogar. Ahora, tratando de sobrellevar la
desgracia de ayer, es tiempo de convertir la tempestad en calma.

Es penoso, por decir lo menos, que la señora Hilary Clinton juegue, a estas alturas de la
vivencia mundial, con cartas marcadas por un espíritu imperial en decadencia. Para la
secretaria de estado “sólo a través de las negociaciones directas entre las partes es como los
israelíes y palestinos podrán alcanzar la paz que merecen”. Aparentemente cierto. Pero, en
realidad, muy mentiroso el planteamiento. ¿Es que cuando Israel, allá por mayo de 1948,
es declarado Estado y aceptado por Naciones Unidas, fue el resultado de una consulta y
acuerdo con el pueblo palestino, o simplemente un amarre geopolítico de estrategia
de guerra entre Francia, la URSS, Estados Unidos e Inglaterra? ¿Acaso el mundo no es
testigo, de la desequilibrada forma política de tratar el problema palestino- israelí, desde
el poder del veto de Estados Unidos en las alturas de los organismos internacionales, y el
dejar hacer, dejar pasar de la mayoría de las grandes potencias cuando se trata del uso de
la fuerza israelí?

Miseria Política y Miseria Social

Hay muchas maneras de observar, vivir o proyectar la miseria humana… Pero la miseria
social y la miseria política son, quizás, las que más han confrontado la paciencia,
promovido la impotencia, generado multiplicidad de aberraciones. Ambas tienen como
esencialidad una condición humana deteriorada y en un proceso de tugurización
espiritual interminable. Sin embargo poseen una identidad individual que las diferencia a
cada una. A ver si comprendemos bien este fenómeno de las relaciones socio culturales…

¿Una democracia Presidencialista?

Este criterio, para los momentos del siglo que corre, como que no va más! El
estado-nación, que ha venido procesando su estadía política, desde mediados
del siglo XVII, hoy, casi 4 siglos después, ha colmado definitivamente las
funciones de la estructura republicana. Más aun… Con esta situación, aunque
gestionando algunas alternativas para subsistir en su accionar democrático,
puede decirse que ha sido rebasado. Por propia diligencia en la búsqueda de
solución a sus graves contradicciones. Es cierto que lo nuevo no siempre es
sinónimo de lo mejor. Pero está!

Hoy, sin embargo, con las fronteras del estado nacional quedadas del
tiempo, y avasalladas por la tecnología comunicacional sin esperanzas de
recuperación, de facto la exigencia de más alternabilidad social, más
libertad individual, más participación por derecho, resalta en prioridad.
Negar este hacer es invocar la toma del poder de cualquier forma del
autoritarismo político, definitivamente en desuso. Algo que, ciertamente,
genera en su manifestación socio cultural, inestabilidad jurídica, deterioro
de los derechos sociales, dependencia política de los valores y normas
institucionales… Es que el presidencialismo en una democracia contradice su
esencia misma, al dar paso a la existencia de una dictadura camuflada. Claro,
aparentemente protegida por los mismos criterios constitucionales que la
denuncian.

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