23 noviembre, 2024

Más allá de la llamada Libertad de Expresión

Aparentemente hablar de la libertad de expresión y hacer uso de ella no es más que pensar libremente y libremente decir lo que se piensa. El tradicional contenido de los diccionarios al explicar la palabra expresar dice que es “manifestar los pensamientos o impresiones por medio de la palabra, de los gestos o las actitudes”. ¿Faltaría entonces, sólo el vocablo libertad y estaría definida la libertad de expresión?.

Pero que, como comprenderlo así, no pasaría de un reduccionismo que estaría muy cerca del absurdo. Antes que nada, no estaría de más advertir que todo conlleva un mensaje o varios en unidad o no que, obligadamente, determinan la expresión de algo… En el humano su piel en sí, mensaje que no puede soslayarse, incluso, ya expresa a más de su valoración biológica corporal, una valoración sicológica, social dentro de un contexto cultural, que también expresa una manera de ser de la sociedad a la que pertenece. Sumar a esto la vestimenta, en su variedad de estilos de diseño, genera un abanico de expresiones nuevas, y casi siempre vinculantes. Es que la libertad de expresión no cierra su razón de ser en su “propio” significado.

Haití. ¿Dónde esta la culpa?

De 177 países registrados en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, Haití ocupa el puesto 150. Con un percápita de 1.317 dólares y algo más de 10 millones de habitantes en una superficie de 27.750 kms2, el país caribeño es considerado el más pobre de América. La subsistencia de los que nada tienen significa un poco de arroz y unas galletas de barro cocinadas, con manteca vegetal y algo de sal. Más del 80% de su gente, hoy, prácticamente, está bajo la línea de la miseria. Pero, ¿siempre fue así?. Los datos hablan de un comercio, muy floreciente, en tiempos de la colonia. En gran medida, incluso, Francia, al pasar a ser la tutora colonial después de España, tenía en Haití una fuente económica de primera.

El sistema de plantaciones, especialmente de plátanos y café, convirtió a la población haitiana en un delirio de explotación expresamente esclava para extraer, al máximo, altas utilidades a mínimos costos de producción. Los exitosos cultivos estaban directamente vinculados a la trata de negros cazados en el África, en cadena interminable para el reemplazo continuo de las muertes de los trabajadores, forzados por las torturas y deplorables condiciones de vida. Ayer, en la época de la conquista española, sus invasores habían logrado liquidar física y literalmente, la gente nativa. Hoy sucumbía, en situaciones nada mejores, la raza negra extrapolada de sus hogares a la fuerza y en un contexto de terror permanente.

Sólo Sinverüenzas

¿Fin de la partidocracia? ¿No más escándalos? ¿Una forma distinta de hacer política? ¿Honestidad en los planteamientos? ¿Ya no más muñecas de trapo? ¿Ya no más destape de mochilas? Por fin, un amanecer no vocinglero de politiquería barata para Ecuador… Pero… ¿En cambio qué? Un simple borra y va de nuevo. Gritos. Amenazas. Inculpaciones de doble sentido. “Que tu eres, pero no pareces…! Que yo soy, pero tu no lo crees…! Que tus parientes son…, pero me reservo los nombres…! Quítate la inmunidad y te demuestro que no vales nada…!”. Cambalache, el tango escrito por Enrique Santos Descepolo a comienzo del siglo XX, y prohibido en las dictaduras por la rasquiña que les causa, todavía puede ser cantado a capela, y suena muy bien… Eso de que “el que no llora no mama, y el que no afana es un gil…” y lo otro, que con tanta porquería no hay más que decir, “qué falta de respeto, qué atropello a la razón…!”. Increíble musicalidad. Bien podría la Asamblea corearlo cada vez que inicie una sesión y alce las manos. Pues “todo es igual, nada es mejor”.

Es que por defecto, la Asamblea actual ya no representa al pueblo. Utiliza los votos recibidos a su favor, en una democracia clientelar de papel, como protección para sus aberraciones personales. Esto la desnaturaliza. Ha dejado de ser legítima en su presencia política. Tantas cosas por fiscalizar! Tanto robo a mansalva en plenas narices de los ecuatorianos! Tanta mentira encubierta para soslayar el doble discurso de oferta y no cumplimiento! ¿Resultados? Saqueos de bolsillos. Saqueos de principios. Saqueos de conciencia. ¿Hay otra manera de calificar a esta Asamblea? Sólo SINVERGUENZAS!

No al autoritarismo Fascistoide

O sea, No! a la imposición ideológica de una sola voz, un solo pensamiento, un solo criterio. No es posible, ni permisible que un pueblo heroico y luchador en cientos de jornadas históricas para salvaguardar las libertades, hoy tenga que soportar que a quien eligió para guía moral de la nación, esté convertido en las siete mil lenguas del insulto y la procacidad.

¿En qué articulado de la constitución, aprobada entre gallos y media noche, en Montecristi, por el grupo de alza manos gubernamentales, está escrito que el presidente de la república tiene el derecho de insultar a diestra y siniestra? ¿Son o no sus provocaciones sabatinas copias del tono textual de los discursos nazis y falangistas, cuando Hitler, Mussolini y Primo de Rivera apostaban a favor de sus posibles gobiernos milenarios? ¿Cómo así, sin respetar su alta función en el Estado, con lo cual irrespeta al pueblo ecuatoriano, puede correr tras un ciudadano para hacer que lo encarcelen por no aplaudir su paso por las calles? ¿Dónde está, o cómo comprender la majestad de la función presidencial que reclama tanto el mismo presidente, cuando pide a gritos al funcionario Samán que demande, que enjuicie al comentarista Emilio Palacio, por desnudar la incapacidad en sus gestiones administrativas?

Una voz Palestina en Buenos Aires

Sí, y de mucho valor. Con mucho coraje. De mucha voluntad. Es la presencia de Suhail Daher Akel que, con voz propia, representa sin embargo y, con profunda fe en el futuro, la vida de bienestar, justicia y libertad del pueblo palestino. Hoy, al menos, la persona que conocí en Buenos Aires, es alguien lleno de mística, acompañado de una excelente salud física y espiritual. Sabía de Suhail por la lectura de uno de sus libros consustanciado con seriedad política, fuerte raigambre cultural, decisión de confrontación con todo lo que lastima a su patria.

“Jerusalem, Mil veces muerta y Resucitada” llegó a mis manos a través de Mariam Touma Abuhayar, o mejor conocida como Queta, entrañable dirigente y militante en la lucha por la consecución del Estado Palestino. Quien desconoce sobre la realidad de Jerusalem , sufrida y atormentada por la compulsiva sinrazón de los conspiradores de extremo fanatismo del llamado Estado Israelí, encontrarán en sus páginas la verdadera historia de su ayer y su actualidad.

Pero… ¡Chile vive!

De los tantos temblores que he sentido en mis idas i venidas del norte al sur de Chile, este me recordó, con cierta violencia, entre dormido y despierto, la insignificancia de la vida… En 2 ½ minutos se perdían, en una velocidad pasmosa, décadas y décadas de esfuerzos, confrontaciones y sueños…

No es la primera vez que un temblor de fuertes proporciones sacude Chile. Es natural que tiemble la tierra en sus 2 millones y más de km2 de superficie, pues el espacio que ocupa es de características sísmicas. Pero, desde 1960, en que un terremoto de 9.6 grados Richter devastó Valdivia, localizada también al sur del país, no había ocurrido algo como lo del amanecer del sábado 27 de febrero…

Son sueños de Perros

No es la primera vez que esta figura literaria, de cierta ironía pero con mucho de verdad, es utilizada en la confusión del aquelarre de la politiquería nacional. Pero con el fiscal Pesantez es como dar pie con bola. El, con esa retórica tan rebuscada e incluso con ese pronunciamiento tan pero tan amanerado, tratando de darle fluidez al discurso cuando en realidad consigue sólo triturar las palabras, confronta a la Asamblea, calificando su pedido de renuncia, como “sueños de perros”. O sea, nada de lo que digan los asambleístas, incluidos los de Alianza País, sus compañeros del viaje gubernamental, le va ni le viene. Pero, en cambio, endilga a los de Madera de Guerrero, su vinculación con los intereses bancarios de los hermanos Isaías y guarda silencio respecto a la bancada oficialista.

El doble discurso. La verdad y la mentira a medias. Ahora sí está de cuerpo entero los valores de honestidad en que se apoya su proyección de justicia. Sobre el problema del desastre financiero de Filanbanco, tal parece, no sabe nada, aunque fue asesor de la ex fiscal general Mariana Yépez. ¿Y cuánto sabe, en verdad, el país sobre la tan cacareada extradición de los banqueros, que tiene mucha semejanza con el afamado cuento del Gallo pelón? Este fiscal Pesantez ha resultado una inocentada fuera de tiempo y lugar.

No al consejo de comunicación e información

Aunque la ley de Comunicación que hoy se tramita, con tanta bullaranga en la Asamblea, aparentemente, cumple con el requisito universal, de que la libertad de comunicación es un derecho inalienable, nada tiene que hacer esto con la forma jurídico social de estar estructurada. Es, simplemente, algo sin pies ni cabeza.

¿Contenidos? En plena contradicción. Es que existe una altisonante confusión por la mezcla inaudita de la concepción socio ideológica de la comunicación, los medios de la comunicación colectiva, las empresas dedicadas a proveer información, los profesionales de la información periodística, los mensajes publicitarios. Sólo falta, para completar la aberración total, que sean definidos los estilos en que debe transformarse cada suceso en información noticiosa, las técnicas de presentación, la terminología idiomática indispensable, el tipo de diseño gráfico a utilizarse y, si conlleva proyección a través de un medio periodístico, a qué público ofertarlo y sólo a ese. Pero, OJO… Esta altisonante confusión está elaborada a conciencia.

¿Corrupción en la Dirección Provincial de Salud del Guayas?

¿Puede aplicarse una ley contra una entidad o un ciudadano sin un advertencia judicial de por medio, y, más aún, cuando con dicha aplicación se formulan no sólo cargos, sino que se inculpa y seguido se sanciona? Para unos esto puede conllevar a errores. Otros verán en semejante procedimiento simple mala fe.

¿Cómo descartar, sin embargo, que no es una típica corrupción, a la que ya estamos enseñados, y comprobamos constantemente en la administración pública de todos los días? El caso es que, sorpresivamente, el 30 de junio de este año, llega un grupo de ciudadanos a la Clínica “Ortíz Solidaria”, localizada en Pedro Pablo Gómez, frente a la Maternidad Sotomayor, aquí en Guayaquil, y de buenas a primeras, luego de encontrar, de acuerdo a su percepción, “pruebas” de irregularidades, la orden de clausura es ordenada. ¿Por qué? Es que como en las películas policiales, de terror y suspenso, este grupo de ciudadanos estaba integrado por funcionarios de la Dirección Provincial de Salud del Guayas que, y dentro de una ronda de supervisión “suigéneris”, de esas “ahora sí te pillamos…”, pretendió tomar desprevenido al propietario de la Clínica.

Al pueblo Ecuatoriano: Contra la ley mordaza

La historia nos recuerda y nos lo manifiesta el diario vivir, que la base esencial de una democracia solidaria, participativa, justa y creativa es la libertad en todas sus expresiones, y desde todas las perspectivas sociales y hacia todas las alternativas posibles de un desarrollo coherente con nuestra realidad.

El gobierno actual, pretendiendo justificar sus desaciertos en la administración del estado y, en consecuencia, buscando protegerse de la fiscalización de sus resultados negativos para la sociedad ecuatoriana, promociona cada vez con más ímpetu: a) la concentración de poderes y de decisiones en el ejecutivo, b) el juego cómplice de la asamblea manipulada en su mayoría por miembros dóciles y genuflexos del oficialismo, c) el manejo irresponsable por uso ilegítimo de espacios televisivos y radiales, mediante cadenas oficialistas de mal gusto y con exclusividad para desprestigiar a los noticieros independientes, d) las cadenas sabatinas mediáticas en donde directamente el ciudadano presidente se abroga para sí funciones que no están explicitadas en la constitución, tales insultar, mentir, denigrar, vituperar, difamar a cualquier ciudadano ecuatoriano, que no está de acuerdo con sus ideas, degradando, además, la imagen de mandatario que, por sindéresis con su elección popular, debería responder con el nivel más alto de responsabilidad, serenidad, seriedad, compostura, madurez.

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