¿Corrupción en la Dirección Provincial de Salud del Guayas?
¿Puede aplicarse una ley contra una entidad o un ciudadano sin un advertencia judicial de por medio, y, más aún, cuando con dicha aplicación se formulan no sólo cargos, sino que se inculpa y seguido se sanciona? Para unos esto puede conllevar a errores. Otros verán en semejante procedimiento simple mala fe.
¿Cómo descartar, sin embargo, que no es una típica corrupción, a la que ya estamos enseñados, y comprobamos constantemente en la administración pública de todos los días? El caso es que, sorpresivamente, el 30 de junio de este año, llega un grupo de ciudadanos a la Clínica “Ortíz Solidaria”, localizada en Pedro Pablo Gómez, frente a la Maternidad Sotomayor, aquí en Guayaquil, y de buenas a primeras, luego de encontrar, de acuerdo a su percepción, “pruebas” de irregularidades, la orden de clausura es ordenada. ¿Por qué? Es que como en las películas policiales, de terror y suspenso, este grupo de ciudadanos estaba integrado por funcionarios de la Dirección Provincial de Salud del Guayas que, y dentro de una ronda de supervisión “suigéneris”, de esas “ahora sí te pillamos…”, pretendió tomar desprevenido al propietario de la Clínica.