Elecciones Fraudulentas
¿Al parecer, como en los mejores tiempos del vandalismo republicano?. Los perdedores vociferan “¡fraude!”, los triunfadores dicen, con cierta intranquilidad, “Hay que proteger la votación, y estar atentos”, los funcionarios defensores del Concejo Nacional Electoral insisten en que las anomalías denunciadas son “solo errores”, total errar es humano.
Pero está, eso sí muy claro, que los baches técnicos, tecnológicos y humanos fueron en abundancia, como para que solo unos pocos estén de acuerdo en la transparencia del proceso electoral. Como que el olor a chamuscado o a pescado podrido aun huele y, ciertamente, muy fuerte. ¿Por qué aun no están, después de tantos días de las elecciones, proclamados los datos? ¿Cómo comprender, racionalmente, una tecnología de punta utilizada para un conteo que ha demorado más de lo necesario? Si no ha existido fraude y sí errores, el contexto en que tales sucesos se han dado es, quiera que no, el del engaño…