Conductores de masas y caudillos
“Un dictador es un animal complicado. Es generalmente desconfiado, suele estar permanentemente malhumorado y, para colmo, sus tendencias violentas están más que constatadas. Por eso hay muchos que son partidarios de hablarles siempre en privado y con susurros, nunca en público, y menos a gritos” ha dicho en una columna publicada el 28 de enero en el diario español El País el periodista y escritor José Ignacio Torreblanca.
Hace unos días acabé de releer el libro titulado El Gran Ausente, una biografía de José María Velasco Ibarra, cinco veces presidente del Ecuador, político controvertido pero reconocido en todo el mundo como un ilustre pensador, autor de varias obras sobre ciencias políticas, derecho internacional y derecho constitucional, y profesor, durante sus exilios, de varias de las más reputadas universidades del continente.