Modelos de Desarrollo …
Que fascinación que ejerce Guayaquil sobre este gobierno. No pasa día donde no tengan que referirse a la ciudad para denunciar todo lo malo de quienes nacimos y moramos en ella. Criminales, ladrones, mentirosos y sinvergüenzas son unos de los tanto epítetos que merecemos. Claro la credibilidad se pierde sabiendo que la gran mayoría de los miembros de la regencia se ufanan en ser hijos de esta urbe. Bueno no nos alejemos del tema. Se critica a más no poder el modelo de desarrollo aplicado sin que hasta ahora se nos haya planteado alternativa alguna.
Basta recordar esa pestífera etapa de 15 o más años atrás donde la basura acumulada servía de criadero de ratas. En que circular por las veredas era abrirse paso a codazos no sin recibir al paso insultos emitidos por aquel pregonador de mangos, o recibir el humo del hornillo de fritanga, cuando no el brincar sobre esa alfombrilla llena de artículos de dudosa procedencia que nos obligaba a unas cuantas acrobacias circenses. Hermosa época, los negocios tenían que pagar impuestos que los informales, exentos por decisión propia, les otorgaba el derecho de ocupar calles, soportales o incluso, aprovecharse las luminarias de su almacén.