8 marzo, 2025

Opinión

El gran clavo no es la política, sino los políticos.

El Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia, escrito por el jurista español Joaquín Escriche a fines del siglo XVIII, define política como: “el arte de gobernar, dar leyes y reglamentos para mantener la tranquilidad y seguridad públicas y conservar el orden y las buenas costumbres”.

Esa definición ya nada tiene que ver con lo que vivimos hoy como política, llenas de escándalos, falseos y desplantes de legisladores borregos faltos de idoneidad, gobernadores chambones y dirigentes de convicción salarial.

«NO» a la reelección

“NO”, es el título de la película, del director chileno Pablo Larraín, basada en la obra de teatro inédita “El Plebiscito”, del escritor chileno Antonio Skármeta y su posterior novela “Los días del arcoíris”, se trata de la convocatoria a plebiscito por parte del General Augusto Pinochet, quien había llegado al poder de Chile a través de un cruento golpe militar, en 1993.

Pinochet pretendió legitimar su continuación en el poder mediante una consulta popular; sin duda, el gobierno tenía completamente asegurado el triunfo; el uso de toda la logística del Estado, la propaganda incesante, las autoridades de todos los niveles en campaña por el “SI”, por lo tanto no había el menor resquicio de un “revés”. Quienes estaban por el “NO”, es decir en contra de la continuación del régimen de facto, era una amalgama de partidos, movimientos de todo tipo, con ideologías diferentes, era difícil que se pusieran de acuerdo. Se sumaban dos factores importantes: la falta de recursos y el miedo a las represalias.

Relaciones laborales

Según lo anunciado, los cambios ministeriales empezaron con la consabida reubicación. Algunos ya eran esperados; otros, como la designación del nuevo ministro de Relaciones Laborales, a más de uno sorprendieron.

No puedo ocultar que muchos de los que deambulamos por los amplios pasillos del derecho del trabajo esperábamos a una persona vinculada al mismo al frente de tan importante cartera de Estado que ha quedado debiéndole muchísimo a los trabajadores ecuatorianos.

Caricaturizando

A Bonil… Gracias por hacer conciencia, con tan fina ironía, sobre la mediocridad del poder…

La caricatura no es más que una alteración de la realidad, con la ironía como instrumento comunicacional para maximizar, por la exageración en más o en menos, las cualidades, propiedades o características del objeto o evento tomado en cuenta en cada caso. De esta forma, tan expresiva, de ver, sentir y proyectar las cosas se valen muchos ingenios para emitir sus vivencias. Profesionales y artesanos han hecho de la caricatura un medio idóneo para presentar su comprensión del mundo a través de escritos, pinturas, esculturas… ¡ Qué difícil sería la vida, sin la ironía que permita comprender la fragilidad de la misma , sintetizada en una sonrisa o en una amplia y tonificante carcajada…! Pero la caricatura no es una opinión. Peor aún, como han pretendido confundir, cierto oficialismo insano de mente, identificando el caricaturismo con un comentario editorial. Todo para criminalizar el burlarse de la estupidez personal y social de los políticos de turno… Pretexto, nada más, para darles trabajo a fiscales perrunos y jueces de bolsillo… ¿Es que, acaso tan tontos son los políticos que, en su propia condición de mercaderes de vanidades, no están percatados de ser mágicos simuladores de una vida real en que no creen o la ignoran?.

A los Bachilleres de la XIV Promoción del Colegio Steiner

¡Bachilleres de la XIV promoción del Steiner! que hoy han sido incorporados, como tales, os convoco, por última vez con el pregón que cada lunes de los días que pasaron en este Colegio, se hacían presente…

“¡Estudiantes del Steiner! / -¡Presente! /Caminando con paso seguro entre libros, la fe y el saber. / Nuestro credo es confianza en sí mismo; educando mente, espíritu y cuerpo, armonía que nos hará triunfadores, ciudadanos de nuestro Ecuador. / -¡Juventud del Steiner! / -¡Presente! /Caminando con paso seguro / ¡Respetando el deber y el derecho!” /

Tierra de nadie

Al ver o leer las noticias del país se llega a la conclusión que estamos en una tierra de nadie. La cantidad de hechos de sangre, sean estos por sicariato, robo, secuestro, violencia familiar, son cada día mayores y la única explicación es la descomposición social que se está viviendo.

Lo que antes se decía que el Ecuador era una Isla de Paz con relación a otros países de Sur América y de algunos del mundo, quedo sólo para contarlo como anécdota, y a muchos de nuestros hijos les sonará hasta risible. Estamos cerca de compararnos con Venezuela y el Salvador, donde los crímenes están a la orden del día, algo cotidiano.

Venezuela navega en un río de sangre

Algunos gobiernos son especialmente proclives en recurrir a fuerza excesiva y al terror por persecución para detener incluso manifestaciones pacíficas.

En todas las diversas denominaciones a estos actos: Motín; revuelta; rebelión; golpe de Estado; disturbio; alzamiento… Siempre los filósofos de métodos de regir un “Sistema”: sea este Imperial, monoteísta, comunista, tribales… Insisten en que las acciones deben estar dirigidas en contra de un orden debidamente establecido.

La explicación analítica de los abusivos…

Son sujetos que tienen un grave complejo de inferioridad. El miedo los corroe; piensan que todos los quieren lesionar. Para que no los lesionen, se defienden abusando. Sienten que todos los persiguen o les quieren hacer daño. Permanentemente creen que se está fraguando un complot en su contra.

Con su prepotencia abusan en cualquier circunstancia. Utilizan la agresividad para apabullar a quienes odian.

La reelección presidencial…

Se define como democracia a la forma de organización social donde se confiere el uso del poder a la misma sociedad. El término se originó en Grecia 500 años antes de Cristo y etimológicamente significa el gobierno participativo del pueblo.

Para que la democracia sea verdadera, se deben dar ciertas condiciones.

Tiene que existir la participación popular, debe haber la alternabilidad permanente en el ejercicio del poder, se debe consagrar a la libertad como el supremo bien, tiene que haber igualdad entre los ciudadanos, debe mantenerse el culto al derecho que tienen las minorías y se debe luchar por la vigencia plena de la libertad de expresión.

Año de la mujer

El 8 de marzo pasado, como todos los años, se celebró el Día Internacional de la Mujer, anhelando la terminación definitiva de toda violencia, humillación y cosificación contra ella.

En Ecuador ese machismo solapado (que tildaba y discriminaba a aquellas solteras o valientes divorciadas) ha cambiado, y en gran medida gracias a las políticas de acción afirmativa incorporadas de manera transversal en nuestra legislación, para dar a la mujer esa verdadera igualdad real frente al hombre.

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