María Eugenia Puig Lince
Otra poetisa romántica de elevados quilates, fue Doña María Eugenia Puig Lince. Publicó algunos libros de poesía, de los cuales poseo dos: Cantos de amor y Ámbito.
Me permito poner en estas páginas, un ejemplo hermoso de su romanticismo.
Cantos de amor, se inicia con un exordio y su canto I: –Hablando con Becquer, dice:
María Lorena 6
Quiero terminar esta presentación de unas pocas poesías de Carmen Varas de Granja, con la poesía con que cierra su libro aún inédito “Puñado de Ensueños” que ella donó a SOLCA.
Esta hermosísima poesía titulada ¡SÚPLICA! la pusieron sus hijas en una hermosa estampa, el día de su sepelio:
María Lorena 5
Otra hermosa poesía de amor romántico de María Lorena es “Me gustas”:
Me gustas
María LorenaMe gustas, como me gusta
una caída de sol,
como el paisaje de un río
cuando un barco se alejó,
como el rostro de la calle
bajo la luz de un farol
¡Ah! Tú me gustas por algo…
¡por algo que no sé yo!
María Lorena 4
Entre las poesías de María Lorena que tengo, esta es otra que tampoco se encuentra en su libro “Ofrenda Lírica”, y es, como toda su poesía, llena de sentimiento. Vale la pena leer y recordar “Quiero llorar esta noche”.
Quiero llorar esta noche…
María LorenaQuiero llorar esta noche,
debo llorar en secreto,
que sólo sientan mis lágrimas
esta alcoba y el silencio.
María Lorena 3
Una de las más hermosas poesías de María Lorena, por el sentimiento que conlleva, es ésta que se titula: “Este nuevo mes de Enero”:
Este nuevo mes de Enero
María LorenaEsta tarde, sin quererlo,
miré un calendario nuevo,
estaba ahí, joven, fresco,
sobre la pared luciendo.Sin darme cuenta, mis ojos
fueron hacia un mes: Enero.
Me entristecí. De repente
comprendí el valor del tiempo…
Me alejaré de tu vida
Otra hermosa poesía de María Lorena, es esta:
Me alejaré de tu vida
María Lorena¡Me alejaré de tu vida!
¡Me alejaré! Lo comprendo.
Me alejaré de tu vida
porque tal vez sin quererlo,
me he enamorado de ti,
como nunca soñé hacerlo.
María Lorena
Quiero comenzar a presentar algunas poesías de una poeta ecuatoriana excepcional por su sensibilidad poética. Murió hace pocos años, pero nos dejó un legado de poesías románticas maravillosas.
Publicaré luego parte de su biografía, pero quiero comenzar con una poesía muy simple, que quizás pueda describir su alma. Presentaré luego otras. Escribió con el seudónimo de María Lorena, que luego se lo puso como nombre a su primera hija.
Oración al Cristo del Calvario
Gertrudis Gómez de Avellaneda, Tula, fue una extraorinaria poetisa, nacida el 23 de marzo de 1814 en la antigua Ciudad de Santa María de Puerto Príncipe, hoy Camaguey (Cuba). Mujer de grandes pasiones, su vida estuvo marcada por las desgracias. Perdió a su padre y el casamiento apresurado de su madre la hizo viajar a Europa, primero al sur de Francia,y luego a España, donde se establecieron primero en La Coruña, luego en Sevilla, donde se enamoró de Ignacio de Cepeda y Alcalde y escribe poesías con el seudónimo de “La Peregrina” y por último, en Madrid, donde se enamora del poeta Gabriel García Tassara, con quien vive un romance basado en amor, celos, orgullo y temor. Embarazada soltera, en abril de 1845 nace su hija María o Brenhilde como la llamaba ella, que muere a los 7 meses de edad, sin que su padre la conozca. En ese año obtuvo los dos primeros premios de la Competencia poética de Madrid.
Dolores Veintimilla de Galindo
Nació en Quito en 1830 y murió en Cuenca en 1857.
Esta escritora y poetisa ecuatoriana de altísima sensibilidad fue hija legítima de José Veintimilla y Jerónima Carrión y Antepara, lojanos acomodados residentes en la Capital. En su libro en prosa, “Recuerdos”, cuenta cómo fue su vida y cómo fue la engreída de su casa en su niñez. Allí relata el sentimiento que tuvo por un muchacho de 19 años, de quien fue amiga con el consentimiento de su madre, y a quien atribuyela mayor parte de sus buenos sentimientos. Al cumplir los 18 años, contrajo matrimonio en Quito con el Doctor Sixto Antonio Galindo y Oroña, Médico natural de Nueva Granada, quien vino a Ecuador a causa de las persecuciones políticas comunes en su Patria. Él se encargó de hacerle continuar su educación literaria. Tuvo un hijo y su esposo decidió viajar a Guayaquil, donde Dolores hizo numerosas y excelentes amistades, pues la ciudad le abrió las puertas. Luego de unos años, viajaron a Cuenca y luego su esposo viajó a Centroamérica, dejándola sola en Cuenca, donde resplandeció por su cultura.
Canto de optimismo
El día viernes 15 de noviembre, recibí de una amiga una poesía que, cuando me habló de ella, me interesó, porque es el tipo de poesía que me gusta leer, aparte de las románticas. Ella no conocía al autor, el que, de acuerdo a la fuente donde la consiguió, resulta ser ecuatoriano, nacido en Otavalo en 1912, Profesor de escuela, colegio y universidad, un hombre extraordinario por sus logros, el Profesor Gustavo Alfredo Jácome, narrador, poeta, ensayista y catedrático universitario. Su narrativa indaga en torno a alternancias distintas frente al indigenismo tradicional. Según Jorge Adoum, “Jácome no toma a su personaje con simpatía o simple aproximación, sino con una verdadera identificación, que le permite descubrir, en toda su hondura, los elementos constitutivos del alma indígena: la solidaridad, la resignación, y sobre todo, esa ternura sin límite posible que parece ser su propia definición.”