20 abril, 2025

Poesía & Arte

Antes que tú

Definitivamente los tiempos cambian. Para poder entender esta poesía de Federico Barreto, hay que ubicarse en su tiempo, o cuando menos en la época en que los de mi edad o mayores, estábamos en los 15 abriles.

En esa lejana época, se creía que la mujer debía llegar virgen al matrimonio. Ahora los tiempos han cambiado. Hasta las ballenas usan bikini. Prácticamente el único traje de baño que se puede comprar de una pieza es un monokini, es decir, un bikini sin la parte superior. Al hombre le gustan las “grillas” que bailan el “perreo”, que gustan de jugar a la “ruleta sexual”, y las madres se ponen felices cuando sus hijas bailan imitando a Madonna, a Lady Gaga, a Shakira o a cualquier otra artista que baile con movimientos sensuales, o mejor dicho, sexuales.

La costumbre social ha ido calando fuerte en el alma del ser humano. Ahora es común que los enamorados vivan juntos y consideran una aberración el casarse sin haber probado si son o no compatibles sexualmente. Le damos demasiada importancia a lo material, a lo físico, al hedonismo, a la diversión. Como alguna vez me dijo una madre: “la que no exhibe no vende”. Sigo creyendo, capaz ingenuamente, que la mujer no es un objeto sexual que se compra y se vende. Para mí, la riqueza espiritual de la mujer es lo más hermoso que ella tiene. La moral debe ser respetada, así como debe ser respetada la mujer. A mi modo de ver es ella misma la que se degrada, al aceptar mostrarse desvestida en público y al permitir que se la mancille con las letras de las canciones y los insinuantes bailes actuales.

Regalo de Bodas

Siguiendo con Federico Barreto, veamos ahora su irónico “Regalo de bodas”:

Regalo de Bodas

Olvidando mi pasión,
a otro hombre le has dado, infiel,
tu mano y tu corazón…
Pena me da tu traición,
pero más el triunfo de él!

Pobre! Cree que tú harás
su felicidad aquí;
pero como eres falaz,
a él también lo engañarás,
como me engañaste a mi!

Pobre! Te juzga una diosa
casta, sencilla y constante,
y no sabe él una cosa:
que antes que fueras su esposa,
has sido, ingrata, mi amante!

Más allá de la muerte

Una bella y trágica historia de amor, al estilo de Romeo y Julieta, es la que nos relata José Federico Barreto en más allá de la muerte.

Disfrutemos esta hermosísima poesía:

MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

Federico Barreto

Es invierno, y una noche negra, fría y tempestuosa.
En la lúgubre capilla de un asilo monacal,
yace el cuerpo inanimado de una joven religiosa
que, agobiada por la pena, se murió como una rosa
arrancada de su tallo por el fiero vendaval.

Blanco traje que realza su magnífica belleza,
simboliza su inocencia, su bondad y su candor;
rosas blancas en capullo le circundaban la cabeza,
y parece aquella virgen que murióse de tristeza,
una novia desmayada en su tálamo de amor…

José Federico Barreto Bustíos

José Federico Barreto Bustíos fue un poeta peruano conocido como el cantor del cautiverio. Nació en Tacna, Perú el 8 de febrero de 1862 y falleció en Marsella el 30 de octubre de 1939. Su padre, del mismo nombre, fue Coronel de Infantería del Ejército peruano. Federico vivió en Tacna durante la ocupación chilena que siguió a la guerra del Pacífico y llevó a cabo una intensa vida intelectual y periodística, abogando por la peruanidad de los territorios ocupados por Chile y oponiéndose a que pasen a ser chilenos. Integró la Comisión de propaganda de la delegación peruana, para el plebiscito (que nunca se llevó a cabo) para decidir si esas tierra eran peruanas o chilenas y escribió Frente al morro, un diario de la vida a bordo del buque “Ucayali”, en el cual se estableció la delegación peruana frente a Arica.

Miembro fundador del semanario El Progresista y del Círculo Vigil. Con su hermano José María integró el grupo literario “La Bohemia Tacneña”, en cuya revista literaria colaboraron escritores como Rubén Darío, Clemente Palma, Enrique Rodó y José Santos Chocano. Fue Co-Director con su hermano José María del Diario La Voz del Sur, Cuya Imprenta fue destruída por una turba, mientras publicaban los Diarios La Voz del Sur y El Tacora.

Daniel León Borja (II)

El otro poema de Daniel León Borja es una joya que atesoro y guardo con celo desde hace algún tiempo. Cuando Daniel León Borja estudió en Guayaquil fue compañero de estudio de brillantes Médicos guayaquileños, con los cuales tuvo una agradable y fraterna amistad. En un paseo que hicieron a la Hacienda Tornero, conocida también como la Puntilla, de propiedad de mi abuelo Don Luis Fernando Gómez Ycaza, ya que mi tío el Dr. Manuel Ignacio Gómez Lince era compañero de estudios de Daniel, escribió este “Delirio Alucinatorio”, en el cual describe hermosamente a varios de sus compañeros de estudio. Sus hijos y nietos pueden disfrutar de estas descripciones escritas con la delicadeza y musicalidad de tan genial y singular poeta. No creo que este poema esté publicado en ningún lado. Mi Tío Manuel y mi Padre, al hablarme sobre sus amigo y los Médicos de antaño, me describieron a Daniel, quien también escribió a mis abuelos, un hermoso poema en honor a sus bodas de plata, que pasó con ellos.

Disfrutemos de este precioso “Delirio alucinatorio”:

Daniel León Borja (I)

Me ha dado pena, al buscar algunas poesías de Daniel León Borja, encontrar tantos errores en Google. Quizás el pasillo más melancólico de Francisco Paredes Herrera,, lleva la letra del poema Un triste despertar, que fue escrito por él, si no me equivoco. En algunas páginas, sale como autor de la lertra Carlos Arturo León Borja. Como colaboración en la página de Gardel, Oscar Jaime Lema T., pone esta canción como Letra de Paredes y Música de Silva y escribe: Durante toda mi vida creí que esta hermosa obra era de un compositor colombiano, ya que entre nosotros fue interpretada por “El dueto de antaño.” Vale la pena rectificar esta información y dar al César lo que es del César.

Daniel León Borja fue un brillante riobambeño, cuyo nombre lleva hoy una de las más importantes avenidas de la Ciudad de Riobamba. Pasó su juventud en Guayaquil, estudiando Medicina en la Universidad estatal de Guayaquil, donde fue un magnífico estudiante, extraordinario compañero de estudio de varios amigos que hizo en Guayaquil y, al terminar la carrera, regresó a su natal Riobamba, donde fue un destacado profesional y hombre de bien.

Balada del mal amor

Un hermoso poema de José Ángel Buesa, que parece haber sido inspirado en nuestro precioso pasillo “Sendas distintas”, escrito por Jorge Araujo Chiriboga, quien fuera esposo de nuestra célebre cantante Carlota Jaramillo, mucho menor que él y quien mejor lo ha cantado, es esta Balada del mal amor.

Disfrutemos la melancolía de estos versos:

BALADA DEL MAL AMOR

José Ángel Buesa

Qué lástima, muchacha,
que no te pueda amar…
Yo soy un árbol seco que sólo espera el hacha,
y tú un arroyo alegre que sueña con el mar.

Yo eché mi red al río…
Se me rompió la red…
No unas tu vaso lleno con mi vaso vacío,
pues si bebo en tu vaso voy a sentir más sed.

Mi forma de querer

Amarte es una eclosión que calcina mis adentros.
Lo que llevo debe revelarse para darse por urgir.
Es un volcán de sensaciones que obnubila mis sentidos.
Un desasosiego que reclama el sometimiento de tu entrega.
Profeso por ti un sentimiento salvaje; brutal,apasionado.

Una conmoción iniciada por su propia intensidad.
Es el agregado de un total; una turbación que convulsiona.
Mi amor es mucho más que mi razón.
Un propósito mayor que la fundamentación de mí vivir.
Es el sin sentido del sentir que me grita por salir.

Me es tan necesario como el aire para respirar.
Es un desenfreno que se calma cuando calmas mí pasión.
Una hoguera que se abrasa con un fuego inextinguible.
Un inconsciente dominando mi conciencia.
Es el amarte de una entrega sin frontera.

La confesión de Juan Gómez – Cimarrón

Para completar las poesías que conozco de Jorge Wagner Velasco, pongo aquí dos poesías más: La historia de “Cimarrón”, un montubio de la selva y “La confesión de Juan Gómez”, que habla de la farra y de la juventud.
Disfrutemos de estas dos historias:

La confesión de Juan Gómez
Jorge Wagner Velasco

Vengo de farra como antes,
más la farra no es solamente el bailar.
Vengo de farra como antes;
en la farra nada es el cantar.
Beber y lucir un buen traje
no es en la farra lo fundamental;
conquistar una mujer hermosa
y llevarla lejos, bien lejos,
más allá del baile,
del cuento
y del beso,
a un amor dulzón,
a un amor brutal,
no es lo que en la farra vale más…

Mitología del montubio que se fue

Quiero ahora que llenemos de nostalgia nuestra alma, leyendo este precioso poema que recuerda una época pasada.
Disfrutemos aún más de los hermosos versos de Jorge Wagner Velasco, leyendo la Mitología del Montubio que se fue:

MITOLOGÍA DEL MONTUBIO QUE SE FUE

Jorge Wagner Velasco

Mis ojos me han puesto triste
y yo me he quedado quieto
para mirar un recuerdo
verde de guachapelíes
que me llaman en secreto.

Mi selva se ha hecho lejana
y quiero verla de nuevo,
quiero volver a la orilla
que dejé hace tanto tiempo.
La tierra siempre es amiga,
el trillo nunca es ajeno,
las canciones de mi tierra
nacen del alma y del cuerpo.
No hay luna como la luna
que anochece en mi recuerdo
verde claro de hierbales,
ni sol que alumbre más cierto.

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