El hombre y la mujer
Víctor Marie Hugo, nació en Besanzón, Francia el 26 de febrero de 1802, tercer hijo del General del Imperio Leopold Sigisbert Hugo, quien fue nombrado Conde por José I Bonaparte, Rey de España, y de Soplhie Trébuchet, de origen Bretón. Fue un destacado poeta, dramaturgo, escritor romántico, político e intelectual francés, muy influyente en la historia de su país y en la literatura mundial. Considerado como uno de los escritores más importantes de la lengua francesa.
Pasó su infancia en París, pero por los compromisos militares de su padre viajó mucho a Nápoles y España. En 1811 ingresó internado a una Residencia religiosa que los escolapios tenían en el Colegio de San Antón, que los ocupantes franceses habían convertido en un seminario de nobles. En 1813, luego de la separación de sus padres, regresó a París, con su madre quien vivía un romance con Víctor Lahorie, padrino y preceptor de Víctor Hugo, del que recibió su nombre. En 1815 su hermano Eugene y él son internados en la pensión Cordier, donde Eugene empieza a escribir su cuaderno de versos franceses y, Víctor Hugo empieza, en forma autodidacta a utilizar el ritmo y la rima. Sus primeros ensayos fueron revisados por un joven maestro de la pensión que hizo amistad con ellos.
Dios
Por último, no quiero dejar de presentar en esta serie, este hermoso poema de alabanza a Dios, en el que Rafael Pombo describe la obra más bella de Dios.
Dios
Rafael Pombo¿Quién te dio tantas estrellas
¡Oh cielo! y tanto arrebol
y nubecitas tan bellas?
– Y el cielo contesta: Dios
El gato bandido
Para terminar con esta serie de cuentos infantiles, en el que debería estar incuida la preciosa Historia que ya publiqué de Rubén Darío “Los motivos del lobo”, veamos ahora la arrepentida historia de Michín, “el gato bandido”:
El gato bandido
Rafael PomboMichín dijo a su mamá:
“Voy a volverme Pateta,
y el que a impedirlo se meta
en el acto morirá.
Ya le he robado a papá
daga y pistolas; ya estoy
armado y listo; y me voy
a robar y matar gente,
y nunca más (¡ten presente!)
verás a Michín desde hoy”.
La pobre viejecita
Otra hermosa historia es la de esta pobre viejecita, que no tenía prácticamente nada. Esta es otra historia de Rafael Pombo, poeta colombiano del que ya hemos hablado y que tiene una extraordinaria facilidad de versificación y nos demuestra con esta poesía, su fino humor. Conozcamos a esta pobre viejecita:
La pobre viejecita
Rafael PomboÉrase una viejecita
sin nadita que comer,
sino carnes, frutas, dulces,
tortas, huevos, pan y pez.
Mirringa Mirronga
Otra hermosa historia es ésta, de la gata Mirringa Mirronga. Espero que la disfruten.
Mirringa Mirronga
Rafael PomboMirringa Mirronga, la gata candonga
va a dar un convite jugando escondite,
y quiere que todos los gatos y gatas
no almuercen ratones ni cenen con ratas.“A ver mis anteojos, y pluma y tintero,
y vamos poniendo las cartas primero.
Que vengan las Fuñas y las Fanfurriñas,
y Ñoño y Marroño y Tompo y sus niñas.
El renacuajo paseador
Voy a presentar por unas semanas, una serie de cuentos infantiles en verso de un poeta colombiano del cual ya hemos hablado antes, Rafael Pombo. Veamos ahora la triste historia del Renacuajo paseador:
El renacuajo paseador
Rafael PomboEl hijo de rana, Rinrín Renacuajo
salió esta mañana muy tieso y muy majo
con pantalón corto, corbata a la moda
sombrero encintado y chupa de boda.
– ¡Muchacho, no salgas! – le grita mamá
pero él hace un gesto y orondo se va.
A Margarita Debayle
Ya hemos hablado de Rubén Darío. Ahora quiero presentar una poesía de él que es un tierno cuento infantil, que vale la pena recordar.
Margarita Debayle Sacasa de Pallais, nació el 4 de julio de 1900 en León, Nicaragua. Fue hija del Dr. Louis Henri Debayle, conocido como “el Sabio Debayle”, un importante Médico nicaragüense que estudió en París, Francia, y regresó a Nicaragua con una máquina de Rayos X, que lo ayudó a dar diagnósticos certeros que le valieron su apodo. Su madre, Doña Casimira Sacasa Sacasa de Debayle fue hija del Presidente de Nicaragua en esa época, Roberto Sacasa y Sarría y hermana del posterior Presidente, Juan Bautista Sacasa y ligada por lazos familiares con la mayoría de las familias de rancia aristocracia de León, la segunda Ciudad más importante de Nicaragua.
El Doctor Debayle fue el Médico de cabecera de Rubén Darío y en 1906 fue invitado a la casa de verano de la familia Debayle Sacasa en la paradisíaca Isla del Cordón. Fue allí, en una tarde, cerca de la playa, que sentado en una roca, Darío escribió esta hermosa poesía a la entonces niña Margarita, quien le había pedido que le escribiera un cuento en verso.
Romance de los ojos verdes
Rafael de León, al menos por su poesía, tenía una fijación por los ojos verdes. Por eso no quiero dejar pasar, al hablar de él y de su poesía, este romance de los ojos verdes, que vale la pena recordar.
Romance de los ojos verdes
Rafael de León-¿De dónde vienes tan tarde,
dime, di, de dónde vienes?
–¡Vengo de ver unos ojos
verdes, como el trigo verde!El sueño juega y se esconde
en la plaza de mi frente…
caballo por las ojeras
de unos ojos en relieve.
Romance de la viuda enamorada
Otro hermosísimo romance de Rafael de León, es esta historia del dolor que producen las habladurías, en el corazón de esta viuda enamorada.
Romance de la viuda enamorada
Rafael de León
Siempre pegada a tu muro
y al filo de tus almenas;
siempre rondando el castillo
de tu amor; siempre sedienta
de una sed mala y amarga
de desengaño y arena.¿Por qué te querré yo tanto?
¿Por qué viniste a mi senda?
¿Quién hizo brillar tus ojos
en la noche de mi pena?
¿Qué lluvia de mal cariño
quiso convertirme en yedra,
que va creciendo y creciendo
pegada a tu primavera?
Romance de aquel hijo
Ya hemos hablado de Rafael de León, sin embargo, de sus hermosos poemas tengo aún algunos en el tintero, que considero tan hermosos, que vale la pena ser recordados. Uno de los que más me impacta es este romance de aquel hijo que no tuvimos. Rafael de León hace una descripción tan bella de ese hijo, que provoca un sentimiento de melancolía y dolor de haber perdido ese gran amor de la juventud. Revivamos ese amor de antaño.
Romance de aquel hijo
Rafael de León
Hubiera podido ser
hermoso como un jacinto,
con tus ojos y tu boca
y tu piel color de trigo,
pero con un corazón
grande y loco como el mío.