15 enero, 2025

Religión

El Bautismo de Jesús. ¿Y el nuestro qué?

La fiesta del ciclo de Navidad se cierra con la fiesta del Bautismo de Jesús que se celebró el domingo pasado. Nacimiento histórico y nacimiento meta histórico, o sea divino, son dos hechos de un solo proceso: hacernos trascendentes, reconocernos hijos e hijas de Dios, venidos de una misma fuente, llamados a la plenitud. Sentirnos uno de tantos, “mientras estaba en la fila, entre muchos, se bautizó Jesús”. Sentirnos los predilectos: “Tú eres mi hijo amado, en quien me complazco”.

¿Por qué nos bautizaron de pequeños, sin nuestro consentimiento? ¿Tenemos claro que en el bautismo de Jesús, se revela su identidad y misión, su procedencia y proyecto? ¿Tenemos claro la diferencia entre el bautismo de Juan con agua, mera purificación y conversión y el bautismo de Jesús, con fuego símbolo del Espíritu que transforma la vida e invade con pasión el fondo de nuestro ser que revela nuestra identidad y cualidad primera: llamados al infinito y no arrastrarnos en las trivialidades de la vida?

María: ¿La mujer perfecta, la mujer ideal, o la compañera ideal?

Al pensar en María, la madre de Dios, modelo de fe, no siempre pensamos en la mujer real y concreta, humilde y sencilla que fue, sino que la adornamos de oro y esplendor para ver en ella lo que no vemos en nuestro alrededor. En esta navidad debemos recuperar la imagen real de María: mujer, virgen, campesina, compañera, amiga, madre, esposa y creyente. La amiga de Dios y nuestra, como cuando visitó a Isabel, para amar y servir (Lc 1:39-45).

Por todo lo anterior, al pensar en María, pienso en mujer amiga y compañera de camino, “la que sabe ponerse en camino”, al lado no detrás ni delante, no sería compañera, la que sabe cuándo y cómo decir las cosas y en especial comunicar alegría y vida con su ser de mujer, de madre, de esposa, de amiga y amante: “Por los ojos que saben decir lo que llevan dentro/ por los pies que se acercan a los que están solos/ por el cuerpo que expresa nuestros sentimientos/ por los corazones que laten al unísono/ por quien con su amor nos comunica vida/ TE DAMOS GRACIAS CON FUERZA Y TERNURA”.

Carta a una chica enamorada: Dios y Su Sistema Audiovisual 3D HD (III)

Los ojos del varón son la bola de cristal de la mujer

Porque, has de saber, mi querida chica, que los varones tienen dos ventanas en el cuerpo, por las
cuales tú puedes asomarte a lo más profundo de su alma: Sus ojos. Mira como mira el chico con
el que andas a las otras chicas, y sabrás lo que hay dentro de él, para ti y para tus hijos: lujuria o
pureza; limpieza de alma o inmundicia…

Como el ser humano tiene dos ojos y con los dos mira, cuando él mira, no mira si tú lo miras, y, en
ese instante (claro, si tú no andas bobaliconamente mirando cómo te miran…; porque hay chicas
tan desarropadas que dan la impresión de que lo único que les interesa es ver cómo se ven… y
cómo las ven… y ojos que no ven, corazón que no siente) podrás descubrir si tu chico es o no casto:
“Habéis oído que fue dicho: No adulterarás. Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer
deseándola, ya adulteró con ella en su corazón” (Mt 5, 27-28). Y hay adulterios visuales, que los
chicos se siembran en el enamoramiento, y las esposas cosechan en el matrimonio…

Carta a una chica enamorada: Dios y Su Sistema Audiovisual 3D HD (II)

La culpa ¿de quién es?

Llegado este momento, preguntémonos sobre las últimas causas de los ríos de lágrimas rodando
silenciosamente sobre las mejillas de tantas hijas de Eva; sobre todo al venir la noche.

Frente tanta esposa abandonada o solteras embarazadas, se ha hablado y escrito mucho sobre
el machismo y el egoísmo del varón como su causa y explicación. Sin que yo pretenda negar lo
más mínimo la parte que le corresponde al varón, ha llegado el momento de afirmar que la mujer
también es culpable, y no sólo víctima del varón; ya que ella, sin duda alguna, es dueña de sí
misma y de su propio destino: cada mujer escribe su propia historia. Y detrás de ciertas historias
matrimoniales hay prehistorias juveniles, que da pena, y que tú, si eres sensata, podrás evitar
perfectamente.

Joven, ¿Cómo forjas tu imagen? Adviento 2012 (1)

La imagen que uno tiene de sí mismo es clave para caminar en la vida con dignidad y con sentido. Pero, ¿cómo se forma nuestra imagen? Son muchos los elementos que tenemos para ello: oír lo que dicen de nosotros, ver los modelos en la sociedad y los referentes más cercanos, buscar el ideal en el estudio atento de nuestra historia y cultura, este último, suele ser el más descuidado o el más manipulado por intereses ideológicos: ¿Alfaro? ¿García Moreno? ¿Simón Bolívar? ¿Manuela Saenz? Entre muchos otros, nos guste o no son referentes para unos o para otros. Querido Joven, ¿cómo te formas la imagen del ser humano que deseas ser? Esta visión te ayudará a levantarte con optimismo y esperanza, como también si es errónea te desviará del centro de la vida, del ideal posible y mejor, por algo existe el narcicismo y el hedonismo, como imágenes deformadas del ser humano, sin descuidarse que existe las lights, relativistas, aventureras, superhéroes, entre tantas otras que podemos describir.

Los textos bíblicos de este tiempo de adviento, para quienes tenemos fe, nos darán pautas para vivir la vida sabiendo esperar y fomentando la esperanza. En los inicios del cristianismo Adviento, significa advenimiento, se refería a la aparición del Señor al final de los tiempos. Cuando la Iglesia fijó la fiesta de Navidad y Epifanía se relacionó con la venida de Jesús en la encarnación. Estas dos venidas, la histórica por medio de María, en la Navidad, y la escatológica al final de los tiempos, en la Parusía, se consideran una sola espera desdoblada en dos etapas, por lo tanto lo que define al ser religioso, su imagen de varón o de mujer, que mide su temple y la calidad de su fe, es la espera y la esperanza.

Carta a una chica enamorada: Dios y Su Sistema Audiovisual 3D HD

Querida chica enamorada:

Voy a intentar decirte verdades. Lejos de mí juzgar o condenar a ninguna divorciada o madre
soltera. Vaya para ellas ante todo, mi sacerdotal cariño, mi respeto y mi oración. Pero en mi intento
de escribirte claro, no tengo más remedio que referirme a ellas; así tú podrás aprender a través del
sufrimiento de otros seres humanos, de modo que, si obras correctamente, habrás logrado que las
lágrimas que brotaron de otros ojos sirvan de colirio para los tuyos…

Hace algún tiempo dije estas mismas cosas en una reunión de las madres de las Mensajeras de
la Vida, con las cuales hago apostolado. Cuando abrimos un diálogo, la madre de una de mis
chicas dijo que ella estaba divorciada y vuelta a casar y que no consideraba que en su vida había
habido fallo alguno. Educadamente le pregunté: “Señora, a usted le gustaría que su hija repitiera su
historia”. Me dijo rotundamente: – “¡De ningún modo, Padre!”…

Los derechos de Dios

Juan Pablo II, en una de sus oraciones, dice “Los hechos han demostrado la ceguera de las ideologias quehan querido poner al hombre como alternativa de Dios, la criatura por el Creador. Es justo y obligador afirmar y defender los “Derechos del Hombre”, pero antes, es preciso reconocer y respetar los “Derechos de Dios”.

Para su proaxis, ante todo es necesario, obedecer lo que dice nuestra conciencia personal, creada y puesta por Dios en cada ser humeano para que escuchemos su voz, según las circunstancias que vivimos, para hacer el bien y evitar el mal. En función de la religión que se profese, puede haber alguna diferencias. Para los cristianos las guías dirimentes no pueden se otras que los mensajes del Evangelio, de la Biblia y de la Tradición viva de la Inglesia. Esta voz de la conciencia debe ser cumplica por toda persona tal cual fuere su posición en la sociedad, ya sea de simple ciudadano o de autoridad y poder que ostente.

Un solo Dios

“Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso” dice el inicio del Credo, la declaración más importante del católico y posiblemente, de todos los cristianos. La pongo así, al comienzo de este artículo, porque tuve la suerte de nacer en un hogar de profundas raíces católicas. Si miramos las otras religiones, veremos exactamente lo mismo. Todos los que creemos en un ser supremo, que somos la mayoría, creemos que hay un solo ser superior, que nos creó y nos quiere para Él. Todas las religiones buscan lo mismo, adoran a un solo Dios (las religiones monoteístas) y por respeto y amor a ese Dios, respetamos a los otros seres vivientes, lo que nos lleva a vivir en paz con los demás. No creo que nadie de los que creen en un Dios, pueda aceptar que alguien se burle de su Dios, pues Dios es el centro de su vida.

Me asusta la idea de que alguien pueda tener una actitud que no sea la de respeto al Dios de las otras personas, por esto, me preocupa mucho lo que ha pasado con esta película de un judío norteamericano, en la que se ridiculiza a Mahoma.

Señor, ¿Dónde esta hoy tu poder?

Me hago esta pregunta, Señor, cuando veo en el mundo tantas situaciones
que no son como Tú quieres porque Tú eres Justo y eres Amor.

Pero, ¿es que ciertas personas, con la libertad y dones especiales dados
por Tí, pero mal usados, aunque a veces sin darse cuenta, han logrado más
poder que Tú en la Tierra?

Me refiero a aquellas personas que con gran poder político, financiero,
tecnológico o de comunicación, ahogan la libertad dada por Tí y propagan
ese mal que enferma la vida sana de la mente y el cuerpo, a veces hasta
matarla, pretendiendo cambiar las leyes naturales establecidas por Ti, Dios
Creador.

El Reino está en Nosotros

Cuando el Jesús bíblico anunciara hace tantos y tantos años “mi reino no es de este mundo”, diferenciando su posición de la condición humana del diario vivir, la interpretación de que su referencia era en torno a un lugar extraterrestre, fue, desde entonces, la trinchera de batalla de los adeptos recalcitrantes. Pero el reino ajeno a este mundo jamás estuvo fuera de aquí. Todo lo contrario. Fue más bien un reivindicar la tierra como un suceso real de residencia cierta. Al margen del desencanto del amor humano, al margen de las insanas vanidades sociales…Simplemente la asunción responsable de una identidad pertinente…

Es posible que, tal cual quiera una abrumadora mayoría, lo excelso de la vida está fuera de nosotros. Sin embargo el saberse dueño de sí mismo implica una riqueza sobrecogedora. El “conócete a ti mismo” (antes de decidir qué quieres ser) grabado en el frontis del templo de Apolo, en Delfos, hace más de 2.500 años, detuvo a muchos en su entrada. Pues que a todo aquel que pretendía conocer los misterios de la vida, aclaraba con mucha seriedad que sin advertir “quién eres”, no comprenderías jamás ninguna respuesta, por válida que fueren las preguntas… ¿Cómo, por ejemplo, sin conciencia de nosotros mismos, podríamos detectar la identidad que nos promueve a saber…? ¿A saber qué? ¿Por qué debemos lograr un objetivo? ¿Por qué debemos pensar en una búsqueda y encuentro propios? ¿Por qué tenemos que resistir a lo que nos limita? ¿Por qué demandamos libertad? Mejor dicho, cada vez más libertad! Es que en nosotros está la única razón de ser… De nosotros parte la contingencia de convocarnos a través del diálogo con los otros, y en este encuentro abastecernos de solidaridad, clave en la vigilia de la vivencia humana.

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